¿Por qué es importante beber agua?

El agua es necesaria para que nuestro cuerpo funcione correctamente. Esto se debe al hecho de que todas las células de nuestro cuerpo necesitan agua para funcionar correctamente. Por ello, es crucial mantenerlo bien hidratado, sobre todo cuando hace calor.

Especialmente en niños y personas de la tercera edad, la fiebre alta, los vómitos y la diarrea intensa pueden causar deshidratación; sin embargo, el calor excesivo del verano también puede causar deshidratación si no se mantiene una ingesta adecuada de líquidos.

En estos casos, se recomienda tener en casa un filtro de agua potable, con la finalidad de que siempre cuente con este líquido vital.

¿Por qué hay que beber agua?

Entre las funciones que desempeña el agua en nuestro organismo se encuentran las siguientes:

  • Mantiene estable la temperatura corporal.
  • Expulsa los desechos mediante las deposiciones, el sudor y la orina.
  • Amortigua y lubrica las articulaciones.
  • Protege los tejidos delicados.

Una ingesta insuficiente de líquidos puede provocar deshidratación, lo que puede tener efectos negativos sobre la salud, como mayor fatiga y poca energía.

¿Cuánta agua debe beber?

Diversas variables, como la edad, el nivel de actividad física, el estado de salud y la temperatura ambiente, influyen en la cantidad de agua necesaria.

  • Por lo general, un adulto debe beber de dos a tres litros de agua (de cinco a seis vasos grandes) al día.
  • Debe beber más agua de inmediato si hace ejercicio o hace calor. No espere a sentir sed.
  • Debe aportar 1.5 litros de líquido extra para reponer las pérdidas, ya que los alimentos, como frutas, verduras y sopas, pueden aportar hasta 1 litro de agua al día.
  • Se aconseja tener siempre una botella de agua a la mano, ya que es crucial beber agua de vez en cuando durante el calor.

Signos de deshidratación 

De leve a moderado: Sequedad de boca, reducción de la producción de orina, disminución de la transpiración y de la flexibilidad de la piel. Un signo fiable de deshidratación es el color de la orina. No está bebiendo la cantidad recomendada de líquido si es amarilla o negra; si es clara y translúcida, todo va bien.

Grave: Presión arterial baja que daña órganos internos como los riñones, el hígado y el cerebro, además de provocar mareos o desmayos.

¿Y los niños?

Los niños necesitan más agua que los adultos, ya que son más propensos a deshidratarse debido a su frecuente movilidad. Los niños menores de cinco años deben beber entre un litro y un litro y medio de agua al día de media cuando hace calor. Deben subir a dos litros a los 10 años, y en el caso de los adolescentes, hasta tres litros.

¿Por qué es crucial beber agua en un entorno de aprendizaje?

Se trata de un factor que debe recibir una consideración especial cuando se trata de niños, adolescentes y, sobre todo, de estudiantes. Garantizar un consumo adecuado de agua es crucial para empezar el día de forma saludable, ya que el tiempo de estudio tiene efectos específicos sobre el rendimiento físico y mental. Por ello, enseñar a los niños las necesidades de agua y cómo satisfacerlas desde el principio es crucial para su formación.

La importancia de que los niños beban agua

El complicado tema del equilibrio hídrico varía en función de la edad, el peso corporal y el grado de actividad física. Es posible resumir todas las variables que confluyen en esta ecuación diciendo que cuanto mayor es la ingesta calórica, mayor es la demanda de hidratación.

El factor del desarrollo también interfiere en el caso de niños y adolescentes. Por lo tanto, el consumo de agua es crucial en las instituciones educativas para promover prácticas de alimentación saludables, ya que facilita la absorción de minerales, vitaminas y otros elementos que garantizan el crecimiento en un ambiente sano.

En comparación con los adultos, los niños deben beber más agua. Si se compara su peso con la cantidad de líquido que pierden, la proporción es significativamente mayor aunque la cantidad de líquido ingerida sea menor. La orina de los niños tiene una concentración menor, lo que significa que para que excreten la misma cantidad de toxinas, también deben excretar más líquido, lo que acelera el proceso de deshidratación.

Nuestro cuerpo necesita más agua cuando realiza tareas como estudiar. El agua tiene un impacto significativo a la hora de mantener la concentración y mejorar la memoria, independientemente de la edad. El consumo de agua es un hábito muy beneficioso para nuestra función cerebral y hace maravillas en épocas de exámenes. Dado que beber agua mejora el flujo sanguíneo al cerebro, aumentará nuestra capacidad de cognición y nos permitirá formar conexiones mentales más rápidamente.

La concienciación en el entorno escolar es crucial, al igual que educar a los niños y adolescentes para que adquieran el hábito de beber agua con regularidad en lugar de agarrar una botella cuando tienen sed. Comprender los procesos fisiológicos y tener cierta experiencia con ellos son requisitos previos para reconocer la necesidad urgente de agua que tiene el cuerpo. Sin embargo, la sed es la señal de advertencia de que ya se ha producido cierto grado de deshidratación. Es preferible el consumo regular de agua antes de la activación de este sistema de alerta. Por todas estas razones, además de la cantidad hay que tener en cuenta el estilo de consumo.