Sin duda alguna, una de las vertientes y venas más prolíficas en la economía mexicana es sin duda el turismo.
Para México, el turismo representa una alternativa de crecimiento económico y una oportunidad de evolución social, que posiciona al país en el mercado turístico internacional.
Uno de los modelos turísticos más importantes que tenemos son aquellos lugares de sol y playa; sin embargo estos lugares están cediendo paso a nuevas prácticas recreativas, impuestas por la misma sociedad post-moderna.
Es así como surge y se implementa en la gama turística el llamado turismo alternativo, como respuesta ante las actividades que ofrece el modelo tradicional de sol y playa.
Este turismo alternativo enfoca su mirada en el turista activo, conocedor del ambiente, donde el viajero dispone de mucha información, valora los aspectos culturales de la comunidad local y busca su contacto.
Bajo esta nueva mirada del turista activo, es que se ha creado toda una gama de opciones para cubrir este perfil y México modifica su propuesta turística para poner a disposición productos y servicios especializados, tales como:
- Turismo donde se ofrece el descubrimiento de los emplazamientos naturales. Bajo este concepto, los desarrollos turísticos permiten responder a los nuevos aspectos de la demanda turística internacional y favorece la valoración de nuevos recursos naturales. Es así como vemos nacer propuestas como la Reserva de Sian Ka ́an, al sur de la Península de Yucatán, que colinda con Belice, por ejemplo.
- Se concreta el turismo cultural y de patrimonio arqueológico, en el que México ha basado su estrategia comercial en la programación de circuitos que ofrecen productos de sol y playa combinados con el turismo cultural. Por supuesto que México en este rubro tiene mucho para ofrecer, ya que muchas de las riquezas arqueológicas tuvieron su auge en lugares cercanos, precisamente en las playas donde varias de nuestras culturas precolombinas florecieron. Hoy día son recursos culturales y patrimoniales esenciales para el desarrollo del turismo cultural y arqueológico. Bien podemos ver su presencia en Cancún en las llamadas Ruinas del Rey, en Cozumel, Tulum, Chichen Itzá y Coba.
- El ecoturismo y turismo ambiental. Es una modalidad que requiere principalmente de un escenario natural con alto valor escénico del espacio litoral, capaz de motivar el desplazamiento de viajeros especializados y comprometidos con la naturaleza y la cultura de la población local. Bajo este contexto se han creado escenarios como Xcaret, Xacalac, Xel-Há que surgen como parques acuáticos recreativos, los cuales ahora se han integrado al corredor turístico Cancún-Tulum.
- Turismo de ocio y de relajación. Este sector no puede faltar en una propuesta turística, ya que es la base del desarrollo económico del sector turístico y el segmento de demanda más importante. Es relevante conservarlo y orientarlo hacia prácticas más comprometidas con el medio ambiente. Esta es una base importante en la que, por ejemplo, los hoteles en Cancún de 5 estrellas mantienen el énfasis en desarrollar este segmento del mercado, ofreciendo a sus huéspedes todo lo necesario, con el confort de la belleza natural y autóctona. Esta misma visión se extiende a lo largo de la Riviera Maya.
- Turismo de negocios y congresos. Es un nuevo rubro que cada vez se viene fortaleciendo. Cancún encabeza la lista de los lugares que ofrecen toda una gama de servicios orientados a este sector.
Es así como la diversidad de modalidades turísticas ofrecidas por México, en lo que respecta Cancún y la Riviera Maya, busca brindar una respuesta a las cambiantes y exigentes preferencias de los turistas y por ello son altamente reconocidas a nivel internacional.
